Semblanza de Arantxa López Ortíz

... Respecto a la biografía que me piden, la verdad es que hay poco que contar:
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tengo 33 años, nací aquí en Gijón, donde aún vivo; estudié Turismo y trabajo desde hace seis años en una empresa de Eventos, donde hago lo que pinta (generalmente me encargo de la logística, pero muy a menudo también hago de camarera, sobretodo en fines de semana).
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Empecé a escribir relatos hace un año y algo, después de tener un accidente de coche que me dejó fuera de combate casi un año; era algo que siempre me había apetecido hacer, pero me pasaba como a la mayoría de la gente, no tenía ni tengo mucho tiempo.
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Desde que empecé tuve suerte en algunos concursos, ganando una media docena de premios (1 premio de Relato de Cangas de Onis, 3 premio de Relato Ayto Albox, Finalista Relato Histórico Puntoreklamo, Mención Especial El Laurel...) lo que me sorprendió bastante, ya que nunca había pensado que lo que escribía pudiese gustar a alguien.
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Me preguntan de donde saqué la idea del Relato de su certamen, y es una historia un poco larga; verán, cuando la abuela de una buena amiga enviudó, comencé a visitarla regularmente, y cada vez que iba a verla, le llevaba un ejemplar de la revista Pronto, que en mi opinión, gusta a toda la gente mayor; mucho tiempo después, una vecina suya me dijo que la pobre no sabía leer, pero que nunca me lo decía por vergüenza. En cuanto me iba, ésta llamaba a su vecina quien le leía los reportajes. Entonces comencé a leerselos yo para que no tuviese que esperar; pensando en ella que en estos tiempo no sabe leer, y en tantas otras personas que pueden estar en la misma situación, fui hilando la historia.
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Me di cuenta de que no sólo es imprescindible saber leer y escribir para matar el ocio, sino para cualquier cosa. Por ejemplo, como en el relato; las personas sin estos conocimientos, no podrían siquiera saber si sus familias vivían o habían muerto en el frente. En la actualidad, estas personas no pueden leer una noticia en la prensa, una receta médica o una postal. La verdad es que no hay más, el resto del relato es ficción, aunque quién sabe. Pudo haber existido algún caso parecido.
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El texto forma parte de un correo de Arantxa López Ortíz, ganadora del I Certamen de Relatos Breves Las Alcublas.
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¡Gracias Arantxa por tu colaboración!